Neuronas bañadas de cava

El cansancio no me ganó la batalla. Mis ojos, mi cuerpo, mi mente... todo estaba en modo pause, porque si le daba al stop me quedaba frita en el sofá de mi casa. A mi, cuando me dan en modo "relájate un poquito" me viene como una ola de malas pulgas. Pero bueno, intenté mantener mis neuronas en relax sobre la sal del mar muerto. 

Y vaya si funcionó.

Para empezar, subida en el coche nos dirigimos la Zona Alta de Lleida, donde tenía lugar la Nit Oberta. Lo primero que me encontré fue un Dj con un toque de electro que molaba. Pero durante poco rato porque al final mis neuronas, que estaban flotando, empezaban a enloquecer.

DJ electro

Al final me intenté alejar lo más que pude de lo que ya era un ruido espantoso para mis oídos. Así que me fui a por una copa de vino blanco. Que bueno que estaba. Y mira que no soy mucho de ese tipo de bebidas. Pues me lo terminé. No os penséis ahora que era un vaso lleno hasta arriba, eh! Os dejo la muestra de lo que era el vaso. 

L. con el vino

Sombra de L. con el vino

Esa noche había cenado como quien cena un trozo de pan. Uno de los restaurantes de la zona habían habilitado una mesa en la calle con una barra de pan que, os lo juro, medía más que Pau Gasol tumbado. Vi como iban cortando jamón. Uffff, mi barriga protesto. Intentar coger un trozo de pan con jamón era como intentar coger una prenda de ropa en las rebajas. Madre mía! ¿Es que la gente no había cenado ese noche? Imaginaros el tipo de público que era. Lo dejaré en el aire.

Dimos una vuelta, por las tiendas abiertas. A la copa de vino blanco se le sumó un bombón y una copa de cava. Y poco después, en al terracita de una tienda de la zona, otra copa de cava para las neuronas con unas galletitas saladas. Ya os digo, las neuronas ya no flotaban en el mar, sino en el aire.

A última hora acudimos al sorteo que se hacía en la Plaza Ricard Vinyes que, por cierto, ha quedado muy chula comparándola con lo que era antes. Y allí estaba una réplica de la copa de la Champions del Barça! Metieron las papeletas allí dentro. Y, como podéis ver, mi cara es un mapa donde el tesoro es encontrar el cansancio acumulado. 

L. con la réplica de la copa de Europa del Barça

Solamente os diré que, aún con mis espantosas ojeras (y que las fotos de la Bb por al noche no ayudan mucho), al final me tenían que agarrar del brazo para que me fuera a casa. Y no por las copas de cava y vino, eso se aguanta. 

L.