A veces pensamos que para refugiarnos del frío basta con una bufanda, unos guantes y un abrigo donde aislarse. Pero, en mi caso, nunca falta un gorro.
Me refugio del frío. Puede que sea una solución para que las neuronas no se congelen o las ideas no se vayan de mi mente.
Y lo mejor de todo es que los podéis encontrar en cualquier tienda a precios muy económicos.
¿Que me decís? ¿Os apuntáis a la moda de este complemento?
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